El Día Mundial del Agua debe ser oportunidad para reflexionar sobre la importancia del agua en nuestras vidas, las problemáticas que giran en torno a la disponibilidad de este recurso y las medidas y tendencias para la solución de las mismas.
El tema de este año planteado por Naciones Unidas es Agua y Aguas Residuales, centrando la atención en el aumento de aguas residuales, de cómo resulta contaminante su volcamiento sin tratamiento previo y las ventajas de la posibilidad de ser reutilizadas. En este sentido, nuestra cooperativa vine abordando esta cuestión desde hace más de dos décadas, cuando se planteó la obra de Cloacas para la ciudad y la planta de tratamiento de Efluentes Cloacales en un proyecto más amplio de recuperación del medioambiente, el PROSESUR (Programa Socio-Ecológico de Saneamiento Urbano). A través de esta importantísima obra, la comunidad de Villa Nueva tomó el compromiso de la preservación de los recursos, no sólo por una mejor calidad de vida, sino pensando en las generaciones futuras que, ya hoy, se benefician con esta decisión. De este modo, no sólo goza de la provisión de agua potable, de manera suficiente y de excelente calidad, sino que cuenta con un programa de saneamiento que trata las aguas residuales, y además completa el ciclo reutilizando el agua tratada en riego forestal, cumpliendo con la premisa principal del proyecto: “Devolverle a la tierra, en las mejores condiciones que se pueda, lo que de la tierra tomamos”.
Hoy es importante destacar este compromiso que como comunidad hemos tomado, pero es necesario seguir trabajando en la concientización sobre la tarea que, desde cada hogar, es importante hacer. No sólo en el cuidado del consumo y las prioridades en el uso del agua, sino también en la no contaminación del desagüe que luego dificulta el tratamiento final de los líquidos. Son muchos los factores involucrados en esto, pero sin dudas la cultura y la educación tienen mucha incidencia, además de las posibilidades reales de acceso. Los números hablan por sí solos y reflejan la problemática cuando se registra que el consumo promedio de agua de un estadounidense es de 500 lts. diarios, en contraposición de habitantes en algunas zonas de África con un uso de 4,5 lts. En la ciudad de Villa Nueva, el consumo por persona ronda los 130 lts., registrándose un ingreso de aproximadamente 3.800.000 lts. diarios de efluentes al PROSESUR. El sistema medido y la tarifa diferenciada, tal y como se aplica en nuestra ciudad, va más allá de una cuestión de cuidar el bolsillo, se trata de cuidar un recurso vital, que no es inagotable y resulta cada vez más escaso. El tratamiento y la reutilización de los efluentes van detrás de estos mismos objetivos: la conservación del medioambiente y la sustentabilidad; pero sobre todo, se orientan a la protección de la salud previniendo innumerables enfermedades.
Por eso como usuarios debemos tomar conciencia que tenemos en igual medida derechos y responsabilidades, y que el cuidado del agua está definitivamente en manos de todos.